El Gobierno catalán ha aprobado la creación de un nuevo impuesto a las entidades financieras que tengan viviendas vacías durante al menos dos años en los municipios que acrediten la existencia de vecinos sin casa. El tributo, que se pondrá en marcha el 1 de enero de 2015, se aplicará exclusivamente a los bancos y aportará a las arcas públicas entre 13 y 26 millones de euros, previsiblemente, según la voluntad de los bancos de movilizar o no sus activos inmobiliarios.
El objetivo es que las entidades financieras aumenten el número de pisos en el mercado de alquiler. Así, el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Santi Vila, insistió en que el impuesto no se hace “con ánimo recaudatorio”, por eso se aplicará sobre 15.000 de las 40.000 viviendas vacías propiedad de entidades financieras en los 70 municipios con mayor demanda de vivienda.
El nuevo tributo, diseñado por tramos, se aplicará sobre aquellas viviendas que, injustificablemente, lleven más de dos años vacías y se pagará en función de los metros cuadrados sin vender, con una bonificación para aquellas entidades que pongan en el mercado de alquiler parte de sus inmuebles.
Según Vila, se trata de una medida "largamente reivindicada" por la ciudadanía y el dinero recaudado se destinará íntegramente a políticas de vivienda.
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