La banca ha vuelto a fijarse en el cliente mileurista, ofreciendo hipotecas a personas que cobran incluso 600 euros al mes. Las entidades toman precauciones en base al criterio de solvencia, el empleo fijo y la cantidad ahorrada, pero la capacidad de pago se suele calcular teniendo en cuenta el escenario actual del Euríbor, que está en mínimos históricos. Fuentes de Bankinter declaran que “nadie puede saber lo que ocurrirá en tres, cinco o 10 años con los tipos y con el Euríbor. No tendría sentido dar hipotecas sobre futuribles capacidades de pago. Es un riesgo que corren las familias y las entidades”.
En el caso de las hipotecas fijas, el problema está en que los plazos de amortización son más cortos y, por tanto, las cuotas son más altas. En lo que respecta a las parejas, que actualmente es un perfil pujante, con unos ingresos conjuntos de 2.000 euros mensuales y un ahorro previo de 60.000 euros, la casa a la que se podría aspirar costaría unos 200.000 euros con una hipoteca variable de 160.000 euros. Olivia Feldman, de HelpMyCash.com, indica que “no es descabellado que dos mileuristas adquieran una casa si tienen ahorrado el 30% de su valor, si no es muy cara para su sueldo y si gozan de un trabajo muy estable”.
