A España le cuesta aprender de los errores y a falta de construir un modelo sostenible de crecimiento, los factores externos han influenciado de forma clara en la mejora de la economía española. Por un lado, la intervención del Banco Central Europeo (BCE) ha sido clave para provocar el derrumbamiento de la prima de riesgo y el aumento del consumo, mientras la caída de los precios del petróleo abarata nuestra dependencia energética e impulsa el crecimiento. El PIB crecerá más del 2% en 2015, según Carmelo Tajadura, del Instituto de Macroeconomía y Finanzas de la Universidad Camilo José Cela.
Sin embargo, aún hay muchos riesgos que superar. La deuda externa pública y privada se sitúa en torno al 100% del PIB, la peor del mundo desarrollado, por lo que la reducción de deuda debería ser un objetivo prioritario. Otro tema importante es el riesgo de deflación en los precios, mientras el cambio de tendencia en los datos del paro sigue siendo insuficiente para relanzar la economía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario