martes, 22 de septiembre de 2015

El plazo es la clave para elegir entre hipoteca fija o variable. La reticencia de los compradores hacia este tipo de préstamos es superior a la de nuestros vecinos europeos.

Las hipotecas a tipo fijo han dejado de ser unas marginadas dentro del escenario crediticio actual. No obstante, su peso todavía es de solo un 7% frente al total de los contratos firmados. La reticencia de los compradores hacia este tipo de préstamos es superior a la de nuestros vecinos europeos. La gran duda es si merece más la pena que la tan habitual hipoteca variable. No hay una única respuesta, ya que todo depende del plazo y de los ingresos del solicitante.



Para no más de 10 años, la hipoteca fija resulta más recomendable, sobre todo, si el salario mensual no va sufrir grandes vaivenes. Otro de los aspectos que hay que considerar a la hora de elegir entre fijo y variable es el grado de vinculación impuesto por la entidad. Además de la clásica domiciliación de la nómina, hay bancos que exigen unos ingresos mínimos mensuales, al tiempo que ponen como requisito la contratación de seguros de diferente índole. La negativa ante estos productos significa el incremento del tipo de interés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario